Las sirenas son opcionales y no siempre son apropiadas
*** Por lo general, cuando un intruso logra entrar a nuestra propiedad, sea casa o negocio, y nos encontramos dentro, no tenemos mucho tiempo para actuar. Queremos dar a viso a las autoridades pero sin poner en alerta a los antisociales pues ellos podrían agredirnos. Ante esta situación, la mejor alternativa es activar el botón de emergencia o de pánico presente nuestro sistema de alarmas***
Cuando hablamos de seguridad en nuestras casas o negocios son miles las cosas que se nos vienen a la cabeza. Queremos, en primer lugar, cuidar nuestras vidas de la acción violenta de algún visitante indeseado y también queremos resguardar nuestras propiedades y nuestros bienes de la entrada de algún antisocial.
Ante esta situación, no vale duda que la mejor alternativa es la puesta en funcionamiento de un sistema de seguridad con alarmas. No obstante, al hablar de alarmas pensamos de inmediato en el sonido de las sirenas de alerta ante la presencia de algún intruso y en efecto en así.
De hecho, las alarmas funcionan con la detonación de las sirenas ubicada en el inmueble, como consecuencia de la detección de algún movimiento irregular en el área protegida durante el momento en el cual las alarmas están armadas o activadas.
En consecuencia, lo normal es que una vez que se detectan movimientos irregulares en el área, las alarmas se activan de manera inmediata. Pero ¿Qué pasa si la activación de las sirenas no es realmente la seguridad y la protección que deseamos?.
De hecho, uno de los miedos más comunes que se nos presentan cuando estamos expuestos al sonido de las alarmas es que los antisociales puedan atacarnos si nos encontramos dentro del inmueble.
Por esta razón, es común que algunas personas optan por armar sus sistemas de alarmas en determinada área protegida del inmueble mientras están dentro durmiendo. Es decir, activan su sistema de alarma en la sala, la cocina o el portón, mientras se encuentran en los cuartos para percibir la alerta de ingresar en el recinto algún intruso y poder resguardarse.
Sin embargo, uno de los temores que se presentan entre los clientes ante este tipo de eventualidad es el sonido de las sirenas. Esto, considerando que en ocasiones al activarse las sirenas, el intruso ya se encuentra dentro de la propiedad y existe en temor de que este actué con violencia.
Al verse acorralado por el sonido de la sirenas,. El delincuente ya sabe que está en evidencia y que le quedan muy pocos minutos de acción antes de que llegue al lugar los vigilantes o la policía. Lo más común en estos casos, es que el antisocial opte por salir de la propiedad a la brevedad posible.
Sin embargo, cuando ya se encuentran dentro y tienen contacto con el propietario, existe en riesgo de que actúen con violencia al pensar que ha sido el mismo propietario quien ha activado la alarma del inmueble y puedan actuar en consecuencia o violencia.
Para evitar esto, la alternativa más viable es la activación de alarmas silenciosas. Tal y como lo está pensando, las alarmas silenciosas son aquellas que no suenen pero que, sí cumplen con su función de alertar a las autoridades sobre el potencial peligro que representa la entrada de algún intruso en la zona vigilada.
Por lo general, la alarma silenciosa es una opción que se puede programar en su sistema de alarmas a través de un botón ubicado en el panel de control y en el activador remoto que ha sido denominado botón de emergencia o botón de pánico.
Algunas personas lo instalan en lugares remotos del inmueble como habitaciones y baños y allí se encierran para resguardarse del intruso y pueden activar el botón. Tras el pulso de esta tecla, no habrá sonido de sirenas.
Sin embargo, la central de control de la empresa que le presta servicios de seguridad y las autoridades –si se tiene contratado el servicio- recibirá la alerta y actuarán de manera inmediata para verificar el estado del cliente y de la propiedad. Las alarmas silenciosas son alternativas cómodas y muy discretas para avisar a las autoridades sobre algún hecho que represente riesgo de la vida y de los bienes del cliente.
